El valor de la diferencia
Es cierto que, si tienes una pareja con la que te proyectas y tienes planes de formar una familia, hay cosas en las que deben estar de acuerdo como su visión de la fidelidad o si desean o no tener hijos.
Pero hay otros aspectos que muchos creen que debes tener en común con tu pareja y la verdad es que no es tan así.
“Esperar que nuestros compañeros de vida o cónyuges sean y piensen como nosotros a menudo puede conducir a una sensación de desilusión o fracaso una vez que realmente descubrimos que piensan, actúan y reaccionan de manera diferente a nosotros”, indicó el terapeuta sexual Douglas C. Brooks al diario electrónico Huffington Post.
“Muchas parejas que creen que tienen mucho en común suelen aburrirse en la relación”, agregó.
10 hábitos de las parejas felices, según especialista
Por lo mismo, te contamos qué cosas -según varios expertos consultados por el portal estadounidense- no es necesario tener en común con la pareja.
1.- Aficiones e intereses
Elisabeth LaMotte, terapeuta y fundadora de un Centro de Consejería y Psicoterapia en Washington DC (Estados Unidos), señala que la sociedad nos hace creer que es importante compartir intereses comunes con nuestro cónyuge, y por lo mismo, muchas parejas practican un deporte juntos o una variedad de pasatiempos y realmente lo disfrutan. “Pero hay muchas parejas cuyos intereses divergen. Mientras una pareja priorice pasar tiempo juntos de manera regular, es razonable buscar intereses completamente diferentes”, señala la profesional.
“De hecho, la capacidad de buscar apasionadamente intereses independientes refleja un fuerte sentido de identidad individual por parte de ambos miembros en la relación. Y un fuerte sentido de sí mismo conduce a un nivel saludable de intimidad. Curiosamente, las parejas con intereses diferentes pueden sorprenderse a sí mismas al descubrir y desarrollar un interés compartido más adelante en la vida”, expresa.
2.- Creencias políticas
“Uno pensaría que con todo el conflicto entre Trump y Hillary dentro de las relaciones y las familias que se ha publicitado en los últimos dos años, las diferencias políticas definitivamente arruinan las relaciones. Pero ellos no tienen por qué hacerlo”, afirma Kurt Smith, terapeuta que se especializa en aconsejar a los hombres.
“He visto a parejas aprender a respetar sus diferencias políticas en lugar de dejar que las dividan. Las diferencias son oportunidades en las relaciones para practicar el respeto y la cortesía. Nos pueden hacer más comprensivos, empáticos y de mente abierta. Todas las cosas buenas para una relación sana y feliz”, puntualiza.
3.- Ritmo sexual
Kari Carroll, terapeuta de parejas estadounidense, asegura que “no es necesario que tenga las mismas fijaciones sexuales en común con tu pareja, mientras tengan una sana base emocional de confianza y hayan abordado los traumas pasados. Trabajar en esta diferencia requiere una apertura para aprender de lo que cada persona disfruta y una voluntad de complacer de maneras que puedan ser cómodas para ambos”.
“Puedes hacer esto creando una lista de cosas que les gustan, no les gustan y tal vez podrían gustarles. Luego, comunícale tus preferencias y fijen una palabra segura (de advertencia) en caso de que algo se sienta incómodo para mantener las cosas consensuadas. Lo principal es participar en la diversión”, añade.
4.- Gusto en películas, música, series y TV
“Me sorprende cuánta gente cree que ha encontrado la persona ideal porque han conocido a alguien a quien le gustan los mismos programas de televisión, bandas y películas que ellos. Sí, esta es una sorpresa agradable y te dará temas iniciales fáciles de conversar, pero el éxito a largo plazo de una relación se basará en temas mucho más importantes, como lo que valoras, lo bien que te comunicas y tus expectativas sobre la lealtad, la familia, las expresiones de amor, el tiempo a solas, etc”, plantea el psicólogo Ryan Howes a Huffington Post.
“Es posible que a ambos les encante Kesha y Arrested Development, pero si tienen expectativas totalmente diferentes sobre los niños y su enfoque de la crianza, los problemas en el futuro serán inevitables”, enfatiza.
5.- Antecedentes culturales, religiosos o raciales
LaMotte indica también que “para las parejas que comparten la misma religión, raza y cultura, ciertos aspectos de la crianza de los hijos se sentirán más familiares y pueden implicar menos compromisos o negociaciones. Y estas parejas son menos propensas a enfrentar resistencia o presión por parte de sus respectivos padres con respecto a su estilo de vida y sus decisiones sobre la crianza de los hijos”.
“Sin embargo, el proceso de exponer a los niños a diferentes puntos de vista, perspectivas y tradiciones puede ser bastante bello, y ambos padres pueden aprender y crecer en el proceso de navegar por las diferencias religiosas, raciales y culturales”, explica la especialista.
6.- Capacidad para socializar
Samantha Rodman, psicóloga y coach de citas, dice que “la gente no necesita tener el mismo deseo de socializar para llevarse bien. De hecho, muchas parejas funcionan bien porque uno es más hogareño mientras que el otro socializa con más frecuencia”.
“Siempre y cuando ambos respeten las tendencias sociales del otro y no se burlen o desechen la perspectiva del otro, los introvertidos y extrovertidos pueden tener matrimonios muy exitosos”, asegura.
7.- Preferencias de limpieza y organización
“No es un requisito que tú y tu pareja tengan el mismo nivel de atención de la limpieza. De hecho, suele no ser el caso. Las parejas que trabajan en esto en mi práctica tienden a reconocer primero que probablemente han tenido una educación diferente sobre las responsabilidades de limpieza y tratan de encontrarse en el medio”, comenta Carroll.
“Algunas parejas necesitan aprender a ayudar con la administración de tareas más seguido, mientras que otros necesitan aprender que su pareja no va a hacer las cosas de cierta manera, por lo que deben dejar de lado las expectativas perfeccionistas para poder disfrutar del tiempo libre”, enfatiza.
8.- Sentido de la aventura.
“Hay muchas parejas felices y saludables que tienen diferentes objetivos en cuanto a viajes y aventuras, y esto no es necesariamente un obstáculo”, expresa Howes.
“Primero tienen que hacer las paces con el hecho de que no son iguales, lo que generalmente resulta en que el aventurero lleve a cabo sus hazañas solo o con otros amigos. Conozco a muchas parejas que no viajan juntas y aún mantienen relaciones sólidas porque se comunican bien y aceptan estas diferencias. Disfrutan de su tiempo juntos en la mayor medida posible, y la persona hogareña se siente lo suficientemente segura como para permitir que su compañero explore los confines de la Tierra por su cuenta”, asegura.
Eso sí, indica que “tendrán que tomar medidas para mantener su relación fuerte en su ausencia a través de llamadas y mensajes frecuentes, pero si esta conexión puede soportar la distancia, los diferentes niveles de pasión por los viajes no siempre son algo malo. Cada uno puede disfrutar de su zona de confort y la relación puede mantenerse fuerte a pesar de la distancia”, agrega el especialista.
Ya ves, las diferencias también pueden ayudar a construir una relación más fuerte, siempre y cuando ambos tengan la suficiente apertura y amor para aceptarlas.