Del consumo impulsivo a la vida financiera racional

Del consumo impulsivo a la vida financiera racional

Este artículo es una parte de un interesante trabajo “La importancia del proceso de planificación y el presupuesto administrativo en las instituciones gubernamentales” desarrollado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México, con una adecuada adaptación a la a la vida económica de pareja y familia.

 …  planificación (misión)

La idea central de la planificación es la racionalidad; es necesario elegir racionalmente qué alternativas son mejores para la realización de los valores finales que sustenten a la familia. Planificar implica, entonces reducir el número de alternativas de gasto que se presentan a unas pocas compatibles con los medios disponibles.

Se ha definido la programación como la selección cuidadosa de fines y medios apropiados para alcanzarlos.

El proceso de programación se define por las acciones de coordinar, prever, anticiparse al futuro, determinar una conducta a seguir. (Marther 2005).

“Planificar es, en consecuencia, un proceso en virtud del cual la actitud racional que ya se ha adoptado, se transforma en actividad: se coordinan objetivos, se prevén hechos, se proyectan resultados. (Marther 2005).

“Programar es una disciplina intelectual de ordenamiento racional de recursos escasos tras objetivos precisos; implica, además del diagnóstico, la tarea de pronosticar el futuro. Es un proceso de asimilación y sustanciación de un enorme caudal de información que permitan apreciar todos los cauces posibles de acción, luego de una evaluación científica de las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas. (Marther 2005).

Si se atiende al resultado de la programación, planificar es la actividad de hacer planes de acción para el futuro. Es la fijación concreta de metas a la conducta dentro de un plazo determinado y la asignación precisa de medios en función de aquellos objetivos. Planificar implica, en consecuencia, dar forma orgánica a un conjunto de decisiones, integradas y compatibles entre sí, que guiarán la actividad de una familia.

Programar es hacer planes, programas, proyectos, es fijar metas cuantitativas a la actividad, destinar los recursos necesarios, definir las obras y actividades; significa valerse de un método racional para fijar metas a alcanzar, en función de los recursos disponibles. Significa la adopción de plan previo a la acción en sustitución de una conducta de improvisación a los acontecimientos que se suscitan. (Marther 2005).

El presupuesto como herramienta …

… Los presupuestos no es la visión-misión de pareja, pero si expresa uno de sus aspectos fundamentales: la asignación de recursos. Los presupuestos, son también la expresión de una realidad familiar que sólo se construye lentamente, y cuya estabilidad depende, en buena medida, de esa misma lentitud. La frustración que muchas veces se siente en el control de las finanzas expresa en la represión de los impulsos al consumo del momento, es el reflejo del doble carácter del presupuesto: 1 la prioridad compulsiva al gasto, 2 la estabilidad de la visión de pareja y familia. Sólo entendiendo este doble carácter se comprende que, las transformaciones efectivas del presupuesto serán siempre incrementales, siempre graduales. Las reformas dependerán no sólo de qué tan adecuado sea el proceso presupuestario … sino del equilibrio de fuerzas que predomine en el control de las finanzas familiares (tener conciencia de estas fuerzas ahorrara muchas penas).

En ese sentido, y con el objetivo de avanzar hacia la visión de familia supone de parte de la pareja la capacidad de explicitar, discutir y acordar las prioridades a nivel de pareja, es decir posponer las prioridades personales y definiendo las prioridades familiares en su conjunto. Estas prioridades, a su vez, deben definirse de tal forma que respondan de manera razonable a la propia evolución de los acuerdos de pareja y al modo en que éstos reflejen las preferencias familiares. Finalmente, como todo instrumento de asignación de recursos el proceso presupuestario debe satisfacer dos condiciones fundamentales: la de generar incentivos para la acción personal y familiar, además de producir resultados.

Tradicionalmente, el manejo de los recursos familiares se ha centrado en la administración de los insumos. Así, se sabe por lo general con cuánto financiamiento se necesita.

Es necesario llevar la administración de los recursos hacia una planificación de gasto por ítem. Sin embargo, sería deseable evaluar los resultados, conforme a la visión y misión de pareja.

No es fácil pasar de la administración de los insumos por la sola necesidad sin planificación a otra cuyo resultado responda a la visión y misión de pareja y familia.

Fuente: https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/tlahuelilpan/n2/e2.html    Ver <Más información>

Nota: Los párrafos en cursiva y/o destacado fueron incorporados por personal de la fundación.

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