Reúnete contigo mismo

Reúnete contigo mismo

– Hoy tenemos que llamar al carpintero- le digo a mi esposa. No hay respuesta.

– ¿Me escuchaste? Tenemos que llamar al carpintero- De nuevo no hay respuesta.

Entonces me aseguro de que mi voz esté a su alcance. Efectivamente lo está, así que me acerco a ella y le hago la pregunta casi cara a cara: – ¿Me escuchaste? – -No- me dice. -Estaba pensado- – ¿En qué pensabas? – -En negocios- replicó.

Siempre he admirado su increíble capacidad para abstraerse de su entorno y concentrarse. Puede tener ruido, distracciones o tecnología alrededor, pero cuando debe hacer algo, lo hace sin importar las distracciones. Pero independientemente de tener la disciplina y la concentración para dedicarse a lo realmente importante, lo que me sorprende es que aún se toma el tiempo para reflexionar, para reunirse consigo misma.

Crear un espacio para pensar de manera intencional es indiscutiblemente un hábito perdido en una gran parte de los seres humanos. La falta de tiempo, las distracciones tecnológicas y nuestras rutinas de trabajo y de ocio, nos han apartado del acto de detenernos y sentarnos a reflexionar sobre lo que nos importa, nos nutre y nos permite crear la vida que queremos.

Solo basta con hacer un ejercicio simple: salir a la calle e interactuar con el mundo: en las filas bancos, los buses, las salas de espera. La tecnología nos ha llevado a estar siempre en contacto con ella; no nos deja por un solo minuto. Si caminamos llevamos audífonos y escuchamos música o radio. Si esperamos, estamos viendo videos o redes sociales. Si estamos en casa, vemos televisión o navegamos en internet.

Pensar es sin duda un aspecto fundamental de nuestra existencia. Algunas personas creen que crear un espacio para pensar de manera intencional no es necesario, que su vida está lo suficientemente automatizada como para tener que pensar en cosas diferentes a lo que les permite sobrevivir. Así que te voy a dar tres razones fundamentales por las cuales es indispensable tomarse tiempo del día para solo pensar en las cosas que te importan y nutren:

Te da mayores perspectivas. En muchas ocasiones nos hacen preguntas para las cuales no tenemos respuestas inmediatas. No son preguntas con respuestas de sentido común. Son preguntas que necesitan tiempo para ser procesadas. Considerar un asunto con atención y detenimiento para estudiarlo, te permite comprenderlo, crear tu propia opinión sobre el mismo y tener mayores elementos para tomar una decisión.

Te permite anticiparte. Cuántas veces no comentemos errores básicos como llegar tarde a una reunión o no llevar todos los documentos necesarios para hacer un trámite. El pensar anticipadamente en las posibles consecuencias de un acto nos permite disminuir la probabilidad de errores y los malos ratos.

Te permite encontrar soluciones. Algunas veces esperamos que las soluciones caigan del cielo o nos ahogamos en los problemas cotidianos. Esperamos encontrar respuestas en un foro de internet o que alguien nos dé una idea. Aunque estas son alternativas válidas, es fundamental confiar en nuestro criterio e inteligencia y tomarse un tiempo para resolver el problema.

Ahora mi recomendación. ¿Qué tal si trabajas un hábito alrededor de reflexionar en aquello que te importa? Te aseguro que muchas de las cosas que haces rutinariamente serán más eficientes y productivas si logras inyectarles un poco de lógica, estrategia y anticipación:

Paso #1: encuentra y reserva un espacio en tu agenda.

Paso #2: establece un objetivo: pensar en la estrategia de X o Y, o simplemente resolver un problema.

Paso #3: para ese espacio, el cual podrás denominar: “reflexionar” o “idear” dedica toda tu atención. Recuerda que es una reunión contigo mismo, así que respétala tal y como respetas una reunión con un cliente o con alguien de tu equipo. Así que bloquea las distracciones tecnológicas, usa el modo no molestar e intenta estar en un lugar tranquilo y apacible. No olvides tener una libreta y un lápiz a la mano para escribir aquello que no quieres olvidar

Paso #4: ejecuta tu momento de reflexión de manera consistente y constante. No dejes que nada ni nadie te interrumpa ese momento creativo. Respeta ese tiempo para idear, para resolver y para dejar que tu cerebro haga su trabajo.

Así que la próxima vez que alguien a tu alrededor parezca elevado o en la nubes, no juzgues su distracción, probablemente está reunido consigo mismo.

Mauricio Vargas

Fuente:  https://enfocateylogramas.com/tomate-tiempo-pensar/

Nota: La nota inicial y las anotaciones con letra cursiva son de personal de la Fundación

 

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